
Incrustaciones
- On 1 diciembre, 2023
Cuando pensamos en restaurar un diente que ha tenido una caries de gran tamaño o un diente roto, tenemos que proteger al diente para evitar que pueda romperse de nuevo en un futuro. Las dos formas más habituales de hacerlo es con una corona o con una incrustación. En este post intentaremos explicar las diferencias entre las incrustaciones y las coronas metal-cerámica y por qué en ciertos casos las incrustaciones pueden ser una mejor opción. Imagina que tu diente ha sufrido cierto daño, pero todavía conserva una cantidad significativa de estructura sana. Aquí es donde entra en juego la diferencia clave entre una incrustación y una corona metal-cerámica. Las incrustaciones y las coronas son tipos de restauraciones dentales diseñadas para proteger y restaurar la funcionalidad y apariencia de un diente dañado. Comencemos por las incrustaciones:
- Las incrustaciones son como piezas de rompecabezas hechas a medida para adaptarse perfectamente a la forma y tamaño del área dañada del diente. Se usan cuando una porción del diente está comprometida, pero la mayor parte de la estructura del diente está sana y sólida. Son como parches personalizados para cubrir el área afectada, preservando la mayor cantidad posible de la estructura natural del diente. Estas incrustaciones, generalmente hechas de cerámica o zirconio, tienen la ventaja de ser altamente estéticas. Se mimetizan con el color y la textura natural de los dientes, lo que las hace prácticamente invisibles y perfectamente integradas en tu sonrisa. Además, requieren menos desgaste del diente sano en comparación con las coronas.
- En cambio, las coronas metal-cerámica a diferencia de las incrustaciones, cubren y rodean todo el diente. Son más fuertes y resistentes debido a su estructura que abarca toda la superficie del diente. A menudo se usan cuando el diente ha sufrido una cantidad significativa de daño o cuando hay menos estructura dental sana disponible para soportar una incrustación. La parte visible de una corona metal-cerámica está hecha de cerámica para que coincida con el color y la apariencia de los dientes naturales. Sin embargo, su base metálica puede ser menos estética y visible en ciertas condiciones de iluminación o si la encía se retrae.
Entonces, ¿por qué podríamos considerar las incrustaciones como una mejor opción en ciertos casos? Primero, las incrustaciones preservan más la estructura natural del diente. Requieren menos desgaste del tejido dental sano, lo que es fundamental para mantener la fuerza y salud general del diente. Esto significa que, en términos simples, conservan más de tu diente original, lo cual es genial para la salud a largo plazo.
En segundo lugar, las incrustaciones son más estéticas en comparación con las coronas metal-cerámica. Al estar hechas de materiales que se asemejan a los dientes naturales, son prácticamente indistinguibles, lo que te permite mantener una sonrisa natural y hermosa sin que se note la restauración dental.
Sin embargo, es importante destacar que la elección entre una incrustación y una corona metal-cerámica depende de varios factores, como la cantidad de daño en el diente, la ubicación del diente en la boca y las preferencias individuales. En casos donde la integridad estructural del diente está más comprometida, una corona podría ser más adecuada. Mientras que las incrustaciones son una excelente opción cuando se trata de preservar la mayor cantidad posible de tu diente original y mantener una apariencia natural y estética en tu sonrisa. Siempre es recomendable que la doctora Celeste pueda hacer una correcta evaluación para determinar cuál de estas opciones es la mejor para tu situación específica y así recuperar la salud y la belleza de tu sonrisa.